Juanes crucificado
Hilda Pupo Salazar
Una verdad recorre el mundo musical: el cantautor colombiano Juanes está en peligro de muerte.
Si perdiera la vida ya se conocen los autores del crimen: los paranoicos de Miami.
El famoso cantante tuvo la infeliz idea de anunciar para septiembre u n concierto en nuestro país. Tal vez él no aquilató la dimensión de la noticia, porque mencionar ese simple nombre de cuatro letras llamado Cuba, genera en la parte extrema del exilio un sentimiento tan demencial, que se parece más propio de fieras salvajes que de humanos.
Leía una información en Internet que causara risa si no entrañara peligro. Resulta que ese grupo de fanáticos salieron a las calles, quemaron una camisa negra y le cayeron a martillazos a los discos del artista.
Y aunque el sorprendido joven aclara que él no es comunista, ni viene a cantarle a Fidel, es tanto el escándalo allá que no le oyen.Quizás los cubanos no podamos disfrutar del anunciado concierto, al que ya renunciaron varios famosos del espectáculo por miedo a perder la vida, pero el mundo podrá aquilatar una vez más la catadura moral de esos desequilibrados, ante quienes hay que cuidarse porque se trata de enfrentar a una fuerza maniática.
Una verdad recorre el mundo musical: el cantautor colombiano Juanes está en peligro de muerte.
Si perdiera la vida ya se conocen los autores del crimen: los paranoicos de Miami.
El famoso cantante tuvo la infeliz idea de anunciar para septiembre u n concierto en nuestro país. Tal vez él no aquilató la dimensión de la noticia, porque mencionar ese simple nombre de cuatro letras llamado Cuba, genera en la parte extrema del exilio un sentimiento tan demencial, que se parece más propio de fieras salvajes que de humanos.
Leía una información en Internet que causara risa si no entrañara peligro. Resulta que ese grupo de fanáticos salieron a las calles, quemaron una camisa negra y le cayeron a martillazos a los discos del artista.
Y aunque el sorprendido joven aclara que él no es comunista, ni viene a cantarle a Fidel, es tanto el escándalo allá que no le oyen.Quizás los cubanos no podamos disfrutar del anunciado concierto, al que ya renunciaron varios famosos del espectáculo por miedo a perder la vida, pero el mundo podrá aquilatar una vez más la catadura moral de esos desequilibrados, ante quienes hay que cuidarse porque se trata de enfrentar a una fuerza maniática.
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