21 febrero, 2015

A mi papá

Hilda Pupo Salazar Porque te conozco, niego la posición ambigua en que te ubican frente a la exclusividad materna. Cualquiera es un término sin dueño, donde se desvanece tu nombre y se disuelve tu entrega. Porque he visto en tus ojos el goce único frente a una cuna, darte interminablemente cuando te reclaman cariño o extender la mano, sin reservas, para ayudar ascender en la vida, es que defiendo tu sitio cumbre en el pedestal compartido de los progenitores. Si hay firmeza en tu lugar, ¿quién puede sustituirte, cambiar tus besos y mudar caricias? A veces, el que no exteriorices esa inmensa carga de estimas que llevas dentro y escondas las ternuras tras un ficticio parapeto de dureza, no pueden minimizarte, ni sustraer la dimensión natural que te cobija con la grandeza única de tu nombre: Papá

No hay comentarios.: