06 febrero, 2007

Rody junto a Mella




Hilda Pupo Salazar

Recibí un correo de una lectora de un país lejano. Ella un poco incrédula y prejuiciada por lo que en el mundo se divulga sobre mi país me hizo una pregunta irónica, más propia de su desconocimiento que de una intencionada manera de ofender. Su inquietud era ¿cómo yo podía ser feliz y estar tan confiada con mi hijo, si vivía en Cuba?
No le contesto a ella sola, porque mi verdad quiero divulgarla y decirle que lo más recomendable en su caso es informarse sobre la vida en esta Isla no por la vía de esa mal intencionada prensa que todo lo tergiversa, sino objetivamente, sin manipulación, sólo así no demuestra tanta ignorancia.
Aunque no lo crea, la educación en Cuba es gratuita y mi hijo Rody está en tercer año de Ingeniería Informática en una de las mejores universidades de Cuba (Universidad de Ciencias Informâticas) y yo no he tenido que desembolsar ni un céntimo.
A ese centro se accede por talento, no importa si eres hijo de dirigente, profesional, obrero o campesino, porque desde 1959 aquí no hay clases sociales.

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