27 septiembre, 2007

Equivalencias


Hilda Pupo Salazar

Que Bush ataque a Cuba no es noticia. El aparte de “delirium trement” sufre de “obsessión trement” con todo lo que huele a este país.

Desde el podio de la ONU, donde se celebraba el 62 período de sesiones de la Asamblea General, se colocó la corona de gendarme mundial y comenzó a dar órdenes para que el Organismo Internacional vigile a Cuba ahora “que se acerca su fin” y apoye elecciones libres y competitivas, no como las que le regalaron la presidencia a él y se la arrebataron a Al Gore.

En ejercicio de cinismo inaudito el autor de las masacres de Afganistán e Iraq, de los crímenes de Abu Ghraib y la Base Naval de Guantánamo, de secuestro de personas y vuelos secretos habló de tiranía y regímenes represivos.

Su dedo acusador apuntó a màs de 10 países.

¿Sabrá el señor lo que es moral, decoro y prestigio? Afuera de la sede lo esperaba una tremenda manifestación, que con ataúdes es los brazos simbolizaba su carnicería en Iraq, lugar donde manda a morir los jóvenes de Estados Unidos, mientras él está a buen resguardo.

¿No hay suficientes argumentos para seguir luchando contra este energúmeno, culpable de tantas desgracias en la tierra?

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