Periodistas narizones

Hilda Pupo Salazar

A un periodista puede faltarle la experiencia y ser màs o menos malo profesionalmente, pero cuando le falta la ética está desnudo de decoro. Carece de credibilidad y no hay nada peor que un periodista mentiroso.

Uno que rastrea constantemente Internet y lee todo tipo de noticia, se percata de esos asalariados de la pluma que venden su alma al diablo y por tratar de cumplir bien su papel de complacientes, fabrican cada mamotreros que para que decir.

Como se empeñan en asegurar que en Cuba se tortura llegan a relatar verdaderas películas de terror, conjuntamente con fuentes mucho màs amorales, y hay personas en el mundo que lo creen.

Un hecho reciente el de Carlos Otero, el animador de la televisión cubana pide asilo en Estados Unidos y crean todo un show. “El mejor humorista de Cuba huyó a Estados Unidos”. Intencionalmente quieren darle prominencia a la noticia, porque ¿quién le confirió esa categoría a Carlos Otero? Nosotros sabemos que era un humorista, pero de ahí a “el mejor” es una superchería y compararlo con Consuelo Vidal, Pinelli y Cepero Brito, glorias de la locución, es un calificativo bastante exagerado.

“Figura estelar de Jura decir la verdad”, yo que soy asidua televidente del programa, lo vi sola una vez.

Si no que lo digan mis vecinos Antonia, Felo y Manuela, cuando se enteraron de la noticia: “¿El pujoso de Carlos y punto?, nada bueno hemos perdido”.