19 junio, 2011

Padre


Hilda Pupo Salazar
Porque sé cuanta falta hacen los padres en la vida, pienso en ellos, en los que están, en quienes no estarán más y aquellos que no pueden estar.
No hay cómo saberlo a tu lado en los momentos más difíciles y cuando piensas se acabó el camino.
Tenerlos en las horas oportunas, cuando hizo falta un consejo, un hombro en que apoyarte o ese especial alguien siempre presto a escucharte.
Es este mensaje para quienes tienen la dicha de la presencia y el abrazo y para los que la ausencia en un espacio insustituible.
A ellos dedico este poema de Antonio Guerrero, uno de nuestros Cinco Héroes prisioneros en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo.
Hijo: ¿Cómo estás?
Padre: Sigo en pie por amor, por cosas mías.
Hijo: Te echo de menos
Padre: No creas que al volver antes estuve
ausente de tu verde pradera,
Yo he vivido en tu cielo y en tu nube
soñando sin cesar que estoy volviendo
Y al despertarme igual no me sorprendo
de andar por tus caminos todavía.
Hijo: Estoy esforzándome por cumplir lo que acordamos.
Padre: Vive un millón de amores cada día
levántate al clarín que da la vida
En tu enorme sonrisa se confía
para seguir la obra acometida.
Hijo: Te quiero mucho
Padre: Tú eres mi mano,
si a lejanos amigos no puedo saludar
Tú eres mi voz
si en tribunas de ideas no puedo denunciar
Tú eres mi risa
si a la hora más pura no puedo consolar
Tú eres mi sueño
si llegado el momento no puedo soñar.
Hijo: ¡ Felicidades papá!

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