22 septiembre, 2011

Cuidemos a René


Hilda Pupo Salazar
El próximo 7 de octubre René González, uno de los Cinco, saldrá de la cárcel después de haber cumplido su condena en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo, pero no podrá regresar a Cuba.
En la sanción al Héroe le impusieron tres años de libertad supervisada por haber nacido en el Norte y aunque pidió venir a residir en Cuba, se lo negaron.
La famosa Jueza Joan Lenard, a quien los cubanos conocemos muy bien por su “peculiar” forma de impartir justicia en el juicio contra los Cinco cubanos, rechazó la moción para modificar las condiciones de la libertad supervisada presentada por René el pasado 16 de febrero.
Lo más insólito de todo esto es que René deberá pasar esos tres años nada más y nada menos que en la guarida de Miami, donde se pasean famosos criminales como Posada Carriles, quien recientemente ratificó continuar sus actividades violentas contra nuestro país.
Con tremendo descaro la Jueza alega que si le permiten a González regresar a Cuba “no podrá evaluar si el pueblo estadounidense estaría protegido de futuros crímenes que pueda cometer el condenado”. Dicho en otras palabras deben vigilarlo de cerca para garantizar la seguridad nacional.
También, alega que necesita más tiempo para que Estados Unidos le pueda dar a René “entrenamiento, educación y servicios médicos de la manera más efectiva”.
Cinismo mayor no hay, y aunque sabemos de qué está hecha la Señora de la Toga no deja de provocarnos repugnancia sus palabras por el cúmulo de desvergüenza que encierran.
En virtud de la alerta, recogida en su sentencia, de no “acercarse a o visitar lugares específicos donde se sabe que están o frecuentan individuos o grupos terroristas”, René sabe que no debe molestar a los terroristas y dejarlos planificar sus atentados con total tranquilidad, porque cualquier acoso puede influir que al fabricar una bomba no explote.
Ante este nuevo castigo, la humanidad está convocada a la movilización “de la voluntad mundial”, para difundir la verdad del Caso y sumar la opinión pública a la condena ante esa arbitrariedad.
Asistimos a una evidencia más del tratamiento político a este hecho con todo el odio, la venganza, impotencia y represalia yanquis contra la Pequeña Isla.
Poner a René a vivir allá no deja de ser un peligro evidente con el ambiente virulento existente en Miami. Su mamá alertó ese riesgo y pide a la comunidad internacional interceda ante esa crueldad.
José Pertierra, el abogado que representa a Venezuela para la extradición de Posada Carriles, en un artículo aparecido en el sitio digital Cubadebate, se pregunta:
“¿Cuáles circunstancias son las que espera la jueza? ¿Qué algún terrorista en Miami le dispare un tiro a René?”.

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