¿Guerra civil en Siria?

Hilda Pupo Salazar Alguna prensa refiere el complejo panorama que vive Siria sometida a una cruenta guerra civil, que cobra cada día más víctimas inocentes. ¿Guerra Civil? Según la denominación se llama así a cualquier enfrentamiento bélico, donde los participantes están generalmente formados por dos ejes políticos distintos. Su característica más común es que el conflicto armado se desarrolla en un mismo país, enfrentándose entre sí personas de un mismo lugar (ciudad, pueblo o comunidad) defendiendo, usualmente, dos ideologías o intereses distintos. Pero, eso no es lo que pasa en Siria. Lo que comenzó con protestas pacíficas en contra de medidas no agradables del gobierno del presidente Bashar al Assad es, hoy, un sangriento episodio. Al grupo inicial de opositores, se le unió toda una fuerza adversa a Bashar, formada por enemigos fabricados, y ese conflicto nacional fue el pretexto perfecto para desatar una invasión imperial, es decir, un plan bien estructurado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ejecutado junto con los países de la Unión Europea y algunos de la Liga Árabe, que han puesto financiamiento, y cuyo primer objetivo es propiciar un cambio de régimen. La pretensión más abarcadora es dividir la región para controlarla, explotar sus recursos y mantener su hegemonía. El gobierno sirio está siendo atacado por no someterse a los objetivos e intereses de imperialismo estadounidense, la OTAN y las reaccionarias petromonarquías del Golfo. Una evidencia de que lo de Siria es preparado desde afuera fue la creación en la ciudad turca de Estambul en octubre del 2011 de la primera organización “opositora” contra las medidas gubernamentales, ello correspondió al Consejo Nacional Sirio (CNS), con el auspicio de Turquía y la Unión Europea, donde previamente se había concertado este engendro. Ahí mismo Estados Unidos dejó sentado el objetivo de derrocar al gobierno de Al Assad mediante una “revolución pacífica”. El CNS creó su brazo armado el Ejército Libre Sirio” (ELS), bajo el cual se agruparon bandas paramilitares y mercenarios que comenzaron operaciones contra la población civil, el ejército y la policía. Esto bajo mandato de las fuerzas especiales y de inteligencia de EE.UU. sus aliados. Los países fronterizos con Siria fueron convertidos en una retaguardia de esos grupos terroristas. Esa nación árabe tiene fronteras muy extensas con cinco países, además de costas en el Mediterráneo, por lo que se hace muy difícil controlarlas permanentemente, además no se habla de inexpertos ni de pocos recursos, hoy contra Siria se despliega una poderosa maquinaria de ataque conducida por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Turquía, que han instalado bases de operaciones fundamentalmente en este último país. Utilizan técnica muy moderna, sofisticada, información obtenida por satélites y equipos de comunicación de última generación. No solo le suministran armamento de todo tipo, sino que los orientan en sus operaciones. Los mercenarios introducidos tienen gran experiencia, han reclutado y pagado a extremistas de Al Qaeda. Siria vive una convulsa realidad hace ya dos años, con un enfrentamiento nacional y externo que la desangra, sufre constantes atentados terroristas e incesantes actos de violencia protagonizados por los grupos armados que buscan justificar una intervención militar extranjera. Resulta curiosa la utilización de la llamada oposición, para los fines imperiales. Lo que ocurre hoy en Venezuela es un ejemplo de eso, ellos brindan apoyo financiero a esa fuerza, las asesoran y guían, de manera que todos los ataques son planificados desde afuera. ¿Quién duda que el golpe, para derrocar a la Revolución Bolivariana, y todas las acciones desestabilizadoras contra el gobierno no fueron fraguadas desde Estados Unidos, con la utilización de los contrarios a los chavistas? ¿Y puede catalogarse de algo distinto la estrategia contra la Revolución Cubana de fabricarle y alimentarle una oposición, para manejarla desde el Norte con el marcado interés de destruirnos? ¿Podrá llamarse algo diferente a mercenarios a quienes colaboran con una potencia extranjera para dañar a su patria? Y eso es lo que ocurre en Siria. Su gobierno asevera que, de detenerse el abierto y al parecer infinito flujo de dinero, armas y sofisticados medios de comunicación a las decenas de miles de mercenarios que vienen a combatir a esta nación del Levante, la guerra quedaría sofocada en pocas semanas.