24 abril, 2016

Muerte de Marti

Hilda Pupo Salazar Pudieron ocurrir otros hechos importantes en la prolífera vida de Martí, pero mayo sobresale por ser el mes de su muerte. En ese mes se perdió físicamente uno de los hombres más geniales del siglo XIX en Cuba y América. Transcurría 1895 y la guerra organizada por el Maestro no llegaba aún a los tres meses de iniciada, por tanto su caída tan temprana fue un golpe demoledor a la gesta independentista, porque no solo se perdía el conductor de la Revolución, sino el hombre de ideas preclaras y de gran visión política como ninguno. Hay que tener en cuenta que Martí era el líder indiscutible del pueblo cubano y nadie como él previó el peligro que representaba Estados Unidos para la libertad de Cuba. Entre los aspectos que nunca hubiera permitido estuvo la subordinación del Ejército Libertador al mando norteamericano. Con su gran inteligencia y conocimientos profundos de aquella nación, difícil hubiera sido confundirlo con las verdaderas intenciones del voraz vecino, por eso su desaparición física y otros factores adversos facilitaron la intervención norteamericana, porque como sostienen algunos historiadores no es que él hubiera podido impedir la presencia yanqui, sino que no hubiera sido tan fácil como sucedió. El injerencismo norteamericano en esos momentos, cuando España estaba casi derrotada, escamoteó el triunfo a las fuerzas libertadoras y cortó el proceso liberador cubano en pleno desarrollo. Con la acción norteamericana se dispersaron las fuerzas internas y provocó la ruptura de la unidad, por la que tanto había abogado el Maestro dentro de sus objetivos priorizados de lucha. Añadió más vulnerabilidad a la situación, las disoluciones del Ejército Libertador, la Asamblea del Cerro y el Partido Revolucionario Cubano. El país quedó sin representación. Otra preocupación de Martí, que sucedió como él previó, fue la fidelidad a sus ideales una vez conquistada la independencia. El primer gobierno de la república mediatizada, el de Estrada Palma, negó todo por lo que había combatido el Maestro. Esas lecciones de constante alerta sobre la naturaleza cesárea del actual Imperio con nuestro país, adquieren renovada vigencia a 121 años del fatídico suceso de Dos Ríos, cuando cayó en combate el más genial de todos los cubanos, como lo nombró Fidel. Entre los últimos ataques del Norte contra Cuba están los proyectos Zunzuneo y Potro Salvaje, ambos con la idea de subvertir el orden político en la nación mediante el uso de las nuevas tecnologías y la juventud utilizada como caldo de cultivo.

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