18 enero, 2010

Por siempre Mami


Hilda Pupo Salazar
Apenas comenzó el 2010 y cuando anunciaba mis pronósticos individuales en los cuales mi salud y la de los míos tenían un peso fundamental, perdí a mi madre inesperadamente.
En la vida uno dimensiona los sufrimientos y cree tener un concepto del límite, pero se equivoca. Yo perdí a mi papá hace 14 años y lo consideré una tremenda angustia, la prueba de Ataxia me dio positiva y fue una violenta sacudida a mi futuro a la altura de mis 34 años, pero que mami haya muerto ha sido el golpe demoledor más grande que he recibido, algo así como amanecer sin piernas ni brazos y no haberme preparado para subsistir.
Mi madre era el bastón que sostenía a mi ya tambaleante cuerpo, en ella encontraba, siempre, la confianza para aliviar la carga a mis años y no permitió que las ideas se me ahogaran entre tantos pesares. Me supo borrar los grises a la existencia con una envidiable fe y estoy segura que fue optimista para que yo, también, lo fuera.
Cuando escribía mi primera columna Página 8 para este 2010 me dijo: “Haz algo que inspire y eduque, algo alegre y aleccionador”. Sólo que salió publicada el 2 de enero, el día de su fallecimiento, y no tuve oportunidad para leérselo y saborear su rostro complacido.
A ella se lo dedico en póstumo homenaje, porque en definitiva yo puse las letras, pero ella tuvo el mérito de añadirle el sentimiento que me lo inspiró.
Página 8
Aún son pocos los pasos caminados en el 2010. El año está todavía desenvolviéndose del celofán, recién estrenadito, caben, entonces, sumar más predicciones y deseos, para que este nuevo espacio de 365 jornadas se acerque a nuestros anhelos.
Aboguemos por 12 meses cargados de armonía, para ello desterremos las peleas o desavenencias con nuestros familiares, compañeros de trabajo y vecinos y propongámonos ser más flexibles, tolerantes y magnánimos si queremos ascender. “La concordia hace crecer las pequeñas cosas, la discordia arruina las grandes”.
Es hora de apostar por un período de prosperidad material y espiritual. Toda meta debe ir presidida de esfuerzos y sacrificios y nunca se asocie felicidad con dinero, ni se considere pleno, porque tenga las arcas llenas. “Los símbolos de la riqueza material son malos sustitutos de los valores”.
Defendamos una cotidianidad llena de cordialidad y buenas formas. El maltrato, venga de quienes vengan, nos ensombrece el día, añade una cuota de mal humor a la existencia e influye negativamente en el estado de ánimo. No es bueno pagar con violencia las malas formas. “Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”.
No asumamos la postura simplista de criticar por criticar, porque algo puede no gustarnos. Hagámonos partícipe de la obra común, porque eso de mirar los toros detrás de la barrera es una postura facilista que no añade soluciones. “Fácil es criticar, difícil es obrar”.
Planteémonos ser mejores personas en este 2010. El cuerpo se saneará más sin sombras de egoísmo, deshonestidad e ingratitud. Seremos más virtuosos si aumentamos las dosis de responsabilidad, cortesía y modestia. “Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál es su careta”.
Nuestra sociedad da la oportunidad de cultivar valores. Preservemos la nobleza, la humildad, el respeto, la integridad como persona y los buenos ejemplos. “Vive de tal manera que cuando tus hijos, amigos o conocidos piensen en justicia e integridad, piensen en ti “.
Luchemos, porque cada día seamos dignos y no caigamos en la frustrante tentación de conseguir algo a cambio de renunciar a los principios. Eso se llama prostituirse. “Es difícil hacer a un hombre miserable mientras sienta que es digno de sí mismo”.
Convirtamos el 2010 en sinónimo de felicidad.” La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”.

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