En Cuba fue un día de fiesta

Hilda Pupo Salazar
Para que podamos mantener esas alegrías, ese acostumbrado jolgorio de uniformes blancos y rojos.
Para que nunca se apaguen sus sonrisas y sus derechos a la vida.
Para que siempre podamos decirle príncipes y que ellos son lo más importantes en nuestras existencias.
Para protegerle su dignidad, su educación, su salud y su bienestar.
Para que nunca regresen esos piececitos descalzos, esas boquitas hambrientas, esos vientres inflamados por falta de salubridad.
Para que nosotros los padres tengamos tranquilidad con nuestros hijos.
Es por una de las poderosas razones por la que defendemos a la Revolución Cubana, la que hizo de este primero de junio, dedicado a los niños, un día de fiesta.