06 mayo, 2017

Mejor tender puentes

Hilda Pupo Salazar Cuando está de moda eso de levantar muros, reflexionemos sobre su significado. Al crear barreras el fin es dividir, limitar la unidad y prohibir todo gesto de compartir. La idea de proteger fronteras lleva implícito el conocido “Casasola”, es decir la falta de solidaridad, el egoísmo, todo lo contrario a tender puentes. Los muros equivalen a separar, evitar el paso y “protegernos” sobre la base de la desunión. Este mundo está demasiado caótico, para añadirle más cuotas de individualismo. La propia globalización del amor niega la actitud aislacionista y de egocentrismo de pensar en lo mío primero. Es muy bonito, cuando vemos la mano que ayuda los necesitamos, por eso es demasiado autosuficiente pensar tener bastante capacidad, como para no requerir de los otros. La semilla jamás sabrá que significa ser fruto, si nunca las sembramos en un suelo apropiado y regamos oportunamente. Valores como: colaboración, desprendimiento y bondad son imprescindibles enseñarlos y practicarlos en una época en la cual desaparece lo bueno del ser humano. Eduquemos a nuestros hijos a dar desinteresadamente y a ofrecer apoyo, como manera de defender el humanismo y los sentimientos de nobleza. De que valdría tener riquezas y ser huérfanos de generosidad. Sáquenle la moraleja a este relato: “Dos hermanos vivían en granjas vecinas, separadas solo por un pequeño río, y un día entraron en conflicto. Lo iniciado con un pequeño malentendido, terminó en un intercambio de ásperas palabras, seguidas por semanas de total silencio. “Una mañana, el hermano mayor sintió que llamaban a su puerta. Cuando abrió vio un hombre con una caja de herramientas de carpintero en la mano, quien buscaba trabajo: “Quizás usted tenga un pequeño servicio y yo puedo hacerlo”, dijo. El otro expresó: “Sí, claro que tengo trabajo para usted. Ve aquella granja al otro lado del río. Es de mi hermano más joven. Nos peleamos y no soporto verle. Continuó: “¿Ve aquella pila de madera cerca del granero? Quiero que usted construya una cerca bien alta a lo largo del río para no verlo más.” El carpintero contestó: “Creo que entiendo la situación. Dígame dónde están el resto del material y le haré un trabajo a su gusto mientras usted va a la ciudad”. Cuando el granjero regresó de su viaje se percató que en vez de una cerca le construyeron un puente. Se puso furioso, pero al mirar, vio a su hermano corriendo con los brazos abiertos hacia él y se abrazaron en medio de la conexión hecha por el carpintero.

No hay comentarios.: